Lo conté muy por encima en otra entrada, pero ahora lo relataré mejor. Fue en D&D con mi pícara-guerrera.
Estabámos en una antigua ciudad drow, donde habían dos facciones que luchaban por el poder, una de elfos oscuros y otra de asesinos. Teníamos que derrotar a la mandamás de los drows, una hechicera elfa oscura, ya después iríamos a por la de asesinos (que estamos aún en ello) y entramos por un túnel que nos habían dicho que llegaba directamente a su habitación. Llegamos a una gran puerta y al abrirla...alarma...ya no había vuelta atrás. Entramos y estaba ella con un mago bien preparados los dos. El paladín y el clérigo se abalanzaron sobre ellos, la hechicera y yo a distancia preparadas para coserle a magia y a flechas respectivamente. Pues un crítico con el arco hizo que el mago se empotrara con la flecha clavada en el techo (palabras textuales del Máster). Sí, es que me tuve que acercar porque habían pilares y se escondía, y estaba él en unas escaleras, por lo que me agaché y le dí de lleno. Fue muy gratificante, justo después la drow inundó la habitación de oscuridad y ya no la podía ver, fue el paladín que convocando a su caballo la pudo encontrar y poco duró la elfa oscura.
He tenido más críticos, pero recuerdo este que ocurrió hace varios meses, porque me moló lo que dijo el Máster xDD
Y bueno, como narradora de Vampiro La Mascarada he tenido muchos éxitos contra mis jugadores, recuerdo que una vez los dejé en letargo a todos y me dió tanta pena porque era la primera vez que les pasaba a todos juntos y contra un Baali (el mismo que mató a otro jugador varias historias atrás), que los desperté antes de tiempo (alguno de ellos no hubiera despertado en años), que resumiendo bastante lo que ocurrió es que posteriormente conocieron que estaban infectados de sangre de demonio, por eso habían despertado antes de tiempo, y tuvieron que hacer mil cosas para poder quitársela ya que si no dejarían de ser ellos mismos y ya lo estaban notando.
Hasta la siguiente pregunta ;)
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