Pregunta 8: En todas las historias de leyenda en algún momento se habla de objetos maravillosos y fantásticos. En algunas ocasiones son armas, y en seguida nos viene a la mente la poderosa y determinante Excalibur, pero otras nos acompañan como nos acompañaron en los sueños. Dardo, las Dragonlance o las famosas espadas gemelas de Elric acompañaron con sus leyendas las historias que leíamos. También leíamos de otros objetos maravillosos. ¿Que si un Anillo Único, que si unas Botas de Siete Leguas o un Arpa de Oro, que si un Vellocino… que objeto maravilloso podrán encontrar unos aventureros en las inmediaciones de Highdell? (Importante el tener en cuenta lo de las inmediaciones…)
Lux
Llegamos hasta una sala donde nos esperaba otra figura encapuchada. La habitación estaba exquisitamente decorada, habían numerosos tapices y cuadros que representaban varias escenas de la Gran Guerra, los muebles eran de madera noble y una gran chimenea encendida contrastaba con el frio ambiente del edificio caldeando la sala. Nos invitó a sentarnos alrededor de la mesa, seguidamente nuestra acompañante se marchó cerrando la puerta tras de sí.
-Bienvenidos. Habíamos estado esperando vuestra llegada –dijo el hombre al que solo se le veía medio rostro y sus manos.
-Entonces sabrás a qué hemos venido.
-Darion, como siempre tan directo. Pues bien, os diré lo que habéis venido a saber. Pero a cambio Seren tendrá que estar un día de nuestra elección con nosotros.
El guerrero se levantó de la silla rápidamente mientras apoyaba sus puños sobre la mesa.
-¿Qué trato es este? Nadie se queda más de unas horas aquí si no es porque tendrá que quedarse para siempre.
-Con ella haremos una excepción. Te doy mi palabra de que cuando se quede podrá marcharse cuando amanezca al día siguiente.
Sabía que al guerrero no le gustaban nada los Sinof, pero yo estaba tranquila y tenía curiosidad por conocerlos mejor. Además de que yo ya era lo suficientemente mayor para tomar mis propias decisiones.
-Trato hecho –dije mientras extendía mi mano hacía la suya.
Darion iba a decir algo pero mi mirada le impidió hacerlo. El Sinof estrechó fuertemente mi mano.
-Como ya sabéis se dice que hubo un objeto que fue fabricado en los alrededores de Highdell. Nosotros sabemos que se encuentra escondido en el mismo sitio donde se hizo y solo la entrada será visible a quien porte la llave. Y esa llave la tienes tú, Seren. El medallón que llevas te permitirá además de ver dicha puerta, abrirla. En este mapa encontraréis la localización. Tendréis que ser cautos, pues os adentraréis por túneles y cuevas que no han sido exploradas en más de mil años. Juntos llegaréis a la sala donde se encuentra uno de los objetos que será de gran ayuda para la guerra que pronto asolará a todos los rincones de los Reinos. Lux, el Gran Escudo legendario que portó Niris en la batalla final, lo hallaréis donde equidistan los elementos esenciales que forman la vida. Fabricado por grandes maestros y sabios, Lux supuso la diferencia entre la derrota y la victoria a manos de Niris, paladina y protectora de la vida. Ese escudo es un objeto temido por todos los dioses y por quienes lo conocieron, por lo que fue enterrado y olvidado en aquel lugar. Se dice que tal es su poder que es capaz de revertir todos los ataques y volverlos contra cualquier oponente. Un objeto maravilloso pero a la vez peligroso. Poco más se conoce de Lux. Darion, al traerlo aquí tu deuda estará saldada. En cuanto lo estudiemos os lo devolveremos.
-De acuerdo –fueron las únicas palabras que el guerrero dijo después de todo lo que habíamos escuchado.
-Mis ayudantes os resolverán cualquier otra cuestión que tengáis.
-¿Todavía sigo sin poder volver a casa? Mi familia estará preocupada y…
-Tu familia estará bien. Nosotros nos encargaremos de ello.
-Pero…
-No te preocupes, déjalo en mis manos. Ahora si me disculpáis tengo otros asuntos que requieren mi presencia. Podréis descansar aquí unas horas antes del amanecer. Me encargaré de que tengáis todo preparado.
Se despidió y se marchó dejando pasar a dos de sus ayudantes que nos llevaron a cada uno a un lugar para reponer fuerzas. Darion me dijo que descansara lo máximo posible, también le dije lo mismo. Después cada uno entró en su habitación. Había comida y no dudé en llenar mi estómago vacío. Después caí en la cama y en cuanto cerré los ojos me quedé dormida.
Espero que os esté gustando el relato, que de momento sigue alargándose en este tercer desafío. Nos seguimos leyendo mañana.
¡Saludos!
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