Pregunta 22: Ayer estuvimos detallando las relaciones entre algunas entidades creadas en el capítulo 4 del desafío. Pero las entidades no solo se ven influenciadas entre los propios dioses, sino que además, tienen bastante influencia con el mundo que les rodea, y en concreto, con los mortales que habitan en dicho mundo. Describe una idea de aventura con dos entidades distintas de las descritas en el capítulo 4.
Shira y Endal se dirigían a Livestorm a caballo. Shira cogió el suyo del establo de su casa y le dejó el de su hermano a Endal. Pero a mitad de camino se toparon con cuatro soldados a pie que tenían pinta de no ser de la zona. Les dieron el alto y les pidieron que se bajaran del caballo. Ellos, sin nada que ocultar obedecieron. Los soldados empezaron a preguntarles a dónde iban y sus motivos. Shira se presentó como clériga de la Orden de la Luz, pero éstos empezaron a ponerse nerviosos y de pronto desenvainaron sus espadas.
Shira sin dudarlo cogió su símbolo sagrado e invocó el poder de su Diosa para que la protegiera de sus enemigos. Endal ralentizó a dos de ellos que cargaban hacía la clériga. Los otros dos cargaron al elfo. Solo uno de los soldados consiguió herir a Endal. Shira, aprovechando que los otros dos soldados estaban medio paralizados, volvió a invocar de nuevo el poder de su Diosa, pero esta vez una descarga de fuego cayó del cielo quemando a sus enemigos. Los dos hombres gritaron y quedaron inconscientes en el suelo. Endal combatía contra los otros dos soldados, Shira le lanzó a Endal un auxilio divino y de pronto notó como una explosión la hizo caer de espaldas quedándose aturdida. Notaba el sabor de la sangre en su boca. Seguidamente vio como un hombre encapuchado con una capa de color púrpura se acercaba a ella con un mangual. Shira aún seguía aturdida. Solo podía ver como el hombre levantaba en alto el mangual y cuando se disponía a bajarlo con todas sus fuerzas vio como la esfera de pinchos se quedaba a unos centímetros de su cara. De pronto Endal, que había noqueado a los soldados y utilizado la habilidad tempus en el arma del hombre, apartó a Shira de la trayectoria de la bola y la llevó hasta los caballos. Shira miró atrás y vio como impactaba la mortífera arma en el suelo. A toda prisa subieron a los caballos y corrieron sin mirar atrás. Aquel hombre era muy poderoso. Se habían librado por muy poco.
Llegaron a Livestorm hasta el edificio de la Orden de la Luz. Allí curaron a los dos amigos. Enseguida llegó Sileg, y no traía noticias buenas consigo. Acababa de llegar una carta del Sumo Sacerdote advirtiendo de que numerosos seguidores de Zhar-Hashut, Señor del Dolor Eterno, estaban asesinando a los clérigos de la Orden de la Luz. Un ataque previo para deshacerse de ellos antes de que estallaran las batallas en el sur. Y por si no fuera suficiente, tras lo sucedido, el Culto de la Sangre Púrpura también estaba detrás.
Esta vez una aventura de combate entre un clérigo y cuatro soldados del Culto de la Sangre Púrpura contra Shira y Endal. Y además la entidad del blog Los Mundos de Ming aparece en escena...
¡Saludos!
Males
Shira y Endal se dirigían a Livestorm a caballo. Shira cogió el suyo del establo de su casa y le dejó el de su hermano a Endal. Pero a mitad de camino se toparon con cuatro soldados a pie que tenían pinta de no ser de la zona. Les dieron el alto y les pidieron que se bajaran del caballo. Ellos, sin nada que ocultar obedecieron. Los soldados empezaron a preguntarles a dónde iban y sus motivos. Shira se presentó como clériga de la Orden de la Luz, pero éstos empezaron a ponerse nerviosos y de pronto desenvainaron sus espadas.
Shira sin dudarlo cogió su símbolo sagrado e invocó el poder de su Diosa para que la protegiera de sus enemigos. Endal ralentizó a dos de ellos que cargaban hacía la clériga. Los otros dos cargaron al elfo. Solo uno de los soldados consiguió herir a Endal. Shira, aprovechando que los otros dos soldados estaban medio paralizados, volvió a invocar de nuevo el poder de su Diosa, pero esta vez una descarga de fuego cayó del cielo quemando a sus enemigos. Los dos hombres gritaron y quedaron inconscientes en el suelo. Endal combatía contra los otros dos soldados, Shira le lanzó a Endal un auxilio divino y de pronto notó como una explosión la hizo caer de espaldas quedándose aturdida. Notaba el sabor de la sangre en su boca. Seguidamente vio como un hombre encapuchado con una capa de color púrpura se acercaba a ella con un mangual. Shira aún seguía aturdida. Solo podía ver como el hombre levantaba en alto el mangual y cuando se disponía a bajarlo con todas sus fuerzas vio como la esfera de pinchos se quedaba a unos centímetros de su cara. De pronto Endal, que había noqueado a los soldados y utilizado la habilidad tempus en el arma del hombre, apartó a Shira de la trayectoria de la bola y la llevó hasta los caballos. Shira miró atrás y vio como impactaba la mortífera arma en el suelo. A toda prisa subieron a los caballos y corrieron sin mirar atrás. Aquel hombre era muy poderoso. Se habían librado por muy poco.
Llegaron a Livestorm hasta el edificio de la Orden de la Luz. Allí curaron a los dos amigos. Enseguida llegó Sileg, y no traía noticias buenas consigo. Acababa de llegar una carta del Sumo Sacerdote advirtiendo de que numerosos seguidores de Zhar-Hashut, Señor del Dolor Eterno, estaban asesinando a los clérigos de la Orden de la Luz. Un ataque previo para deshacerse de ellos antes de que estallaran las batallas en el sur. Y por si no fuera suficiente, tras lo sucedido, el Culto de la Sangre Púrpura también estaba detrás.
Esta vez una aventura de combate entre un clérigo y cuatro soldados del Culto de la Sangre Púrpura contra Shira y Endal. Y además la entidad del blog Los Mundos de Ming aparece en escena...
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