Capítulo 18: 300

Tenía que hablar de este cómic. He de admitir que no suelo leer muchos cómics, pero mi excusa es por falta de tiempo; tantos vicios que me no me quedan horas en el reloj.

La cultura clásica siempre ha estado presente en mi vida, desde que tengo uso de razón me han gustado las historias tanto las mitológicas como las históricas. Por lo que ya conocía la historia de Esparta, sociedad que me pareció muy interesante debido a la educación que recibían los espartanos (espartiatas), ya fueran hombres o mujeres. Las espartanas llevaban como atuendo una falda abierta por lo que se le veían las piernas pero de está forma tenían gran movilidad, una de las muchas cosas que las demás ciudades griegas no veían con buenos ojos o eran objeto de burla. Fragmento de Plutarco sobre la vida de las espartanas:

[...a ellas era a quienes estaba bien el hablar y pensar como de Gorgo, mujer de Leónidas, se refiere, porque diciéndole, a lo que parece, una forastera: “¿Cómo vosotras solas las Espartanas domináis a los hombres?” “También nosotras solas- le respondió- parimos hombres”....]

El joven espartano siempre recibía el escudo de su madre, quien se lo entregaba con estas palabras: "Hijo mío: vuelve con él o sobre él".

La historia que dibujó Frank Miller y el color de Lynn Varley me cautivaron desde la primera página. Podía ver en cómic la historia de los 300 espartanos que dieron su vida en el paso de las Termópilas. Pero como es habitual, con el tiempo este hecho histórico de la batalla de las Termópilas se transformó en leyenda, ya que no ocurrió exactamente así, porque por cada espartano siempre iban dos iliotas (esclavos), además que arcadios, tebanos, corintios, tespios, locrios opuntios, hombres de Fliunte y micenos también marcharon a la batalla, aunque fueron los espartanos, liderados por Leónidas, y los tespios los que se quedaron hasta el final.

Estaba ante un cómic que se convirtiría en uno de mis preferidos.

El 23 de marzo del 2007 estrenaron la película. Impacientemente esperé a su estreno. Recuerdo perfectamente aquel día. Me gustó tanto verla en el cine que al día siguiente fui otra vez; mismo pase y misma sala. Si el cómic me había cautivado la película me fascinó. 

Aquella semana en clase de historia de la arquitectura, en la universidad, estuvimos hablando con el profesor sobre el color carmesí, un color que al profesor le parecía fascinante, yo le dije que fuera a ver 300, ya que las capas de los espartanos eran de aquel color; después estuvimos hablando de la película, la historia, y todo relacionado con Esparta. Su arquitectura se caracteriza fundamentalmente por su precisión, algo que no faltaba en aquella sociedad. 

Para terminar pongo las frases que se recogen en las obras de Plutarco y Heródoto sobre la batalla:

- La mujer de Leónidas, Gorgo, preguntó a su marido cuando éste partía hacia las Termópilas qué debía hacer si él no volvía, a lo que Leónidas contestó "Cásate con un buen hombre y ten buenos hijos."

- El embajador le dijo a Leónidas que Jerjes le ofrecería ser el señor de toda Grecia si se unía él, a lo que Leónidas respondió: "Si tuvieras algún conocimiento de las cosas nobles de la vida, os abstendríais de codiciar las posesiones de otros; pero para mí morir por Grecia es mejor que ser el único gobernante de la gente de mi raza." Entonces el embajador le exigió más firmemente que depusiese sus armas, a lo que Leónidas dio su famosa respuesta: "Ven y cógelas".

- Dienekes, soldado espartano, fue informado de que el ejército persa era tan grande, y sus arqueros tan numerosos, que sus flechas eran capaces de "bloquear el sol", éste sin inmutarse contestó, "Todavía mejor (...) entonces lucharemos la batalla en la sombra."

- Después de la batalla, Jerjes tuvo curiosidad acerca de qué era lo que los griegos habían querido hacer (presumiblemente ante el número tan pequeño de fuerzas que habían enviado), e hizo que unos desertores de Arcadia fueran interrogados en su presencia. La respuesta fue que todos los demás hombres estaban participando en los Juegos Olímpicos y, cuando Jerjes preguntó cuál era el premio para el ganador, la respuesta fue "una rama de olivo". Al escuchar esto, un general persa llamado Tigranes exclamó, "¡Por los dioses! Mardonio, ¿qué tipo de gente son éstos contra los que nos has traído a luchar? ¡No compiten por riquezas sino por honor!.

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